Días pasados
tuve la fortuna de tener una charla con D. Pepe Amaral, el dueño de las Bodegas
Ecológicas Amaral en Arico (Tenerife). Un hombre de nuestra tierra que creyó y
apostó firmemente por la agricultura ecológica hace más de veintisiete años, lo
que le convierte en uno de los pioneros de este tipo de cultivos.
Me
enseñó su bodega y me habló de sus vinos, pero no me esperaba encontrar con la
maravilla que me encontré. El gran depósito de acero donde estaba fermentando
su premiado vino Malvasía, un joya. Estaba destapado y en plena fermentación,
tal y como se aprecia en la foto adjunta y tuve la oportunidad de apreciar uno
de los olores a fruta más maravilloso que se puedan imaginar, fue algo que
tardaré en olvidar. Que pena que las fotografías no sean capaces de
transmitirnos los olores.
Hablamos
un largo rato de sus vinos, el nombrado Malvasía, un vino con unos parámetros
de calidad que rozan la perfección. También nos habló de sus otros productos,
Vino Selección Tinto o Varietales (hecho con uvas syrah, merlo y vijariego) y
Listán Blanco y Tinto que es el vino que más se produce, aunque reconoce que la
gente prefiere el Varietal, pero al ser más caro, se van al Listán.
Siempre
experimentando, este año por ejemplo le sobró un poco de mosto de uva Albillo y
lo mezcló con el de Listán Blanco, si el resultado es muy bueno, se sigue con
la mezcla, si no se prueban otras, todo en aras de conseguir caldos exquisitos.
Preguntado
por los avatares de la agricultura de la uva, le preguntamos que si el riesgo
de perder una cosecha era mayor o menor al ser la suya ecológica, nos dice que
no, que el riesgo es muy similar y que ha principios de Septiembre estaban
temblando porque si hubiera llovido, la cosecha se hubiera estropeado, ya que
al estar la uva madura, la piel es más delicada y si la lluvia quita la piel,
la uva se estropea irremediablemente. Pepe no se lo pensó y vendimió a toda
velocidad para no arriesgar la cosecha con un agua temprana que tendría
consecuencias fatales, tanto para la cosecha como para el futuro de la bodega.
Otra
de las cosas por la que teníamos curiosidad, era oír de boca de un experto, les
aseguro que D. Pepe lo es y de los buenos, la diferencia entre una cosecha
ecológica y una cosecha normal. La principal y fundamental diferencia, es que
no existen herbicidas ni pesticidas de ninguna clase - ¿y cómo evitan las
plagas? – pues en esta zona (Arico alto) tenemos la suerte de tener un clima
privilegiado – nos dice D. Pepe - y ese
clima hace que nuestras cosechas no se vean tan afectadas por las plagas, esto básicamente
se produce, porque no hay grandes cambios de temperaturas, nuestro clima
consiste en viento y sol y es muy constante, eso unido a las pocas lluvias y al
bajo nivel de humedad, es lo que ayuda a evitar en gran medida las plagas (sobre
todo la “ceniza” u Oidio, que es terrible) que se producen en otras zonas,
debido al clima tan cambiante y húmedo que padecen.
Otra
de las grandes diferencias de la cosecha ecológica y la normal, es el trabajo,
en la primera, al no poder usar venenos ni herbicidas, hay que quitar la hierba
a mano, con lo que eso significa de trabajo duro y mano de obra. Otra de las
diferencias, son las constantes Inspecciones a las que este tipo de cultivo son
sometidos.
Otro
de los temas interesantes, es el tema de las reconversiones de fincas de
agricultura tradicional en fincas para agricultura ecológica. El CRAE (Consejo
Regulador de Agricultura Ecológica) es el responsable de esta área. Si usted
tiene una finca y la quiere reconvertir, este organismo se persona y analiza
todo el entorno, dándole finalmente un plazo y unas condiciones para la
reconversión, que pueden ser de dos a tres años. Algo que sin duda hay que
hacer, pero que echa para atrás a muchos agricultores que no pueden dejar de
cultivar durante tanto tiempo. No es el caso de las Bodegas Ecológicas Amaral,
que ya desde hace más de veintisiete años empezaron directamente con este tipo
de agricultura y no han cesado nunca de trabajar con este sistema.
Desde
Entrecalderos, le damos las gracias a D. Pepe y Dña. Amelia por su amabilidad
al mostrarnos su magnífica bodega y mantener con nosotros tan instructiva
charla sobre un tema tan interesante como es la agricultura ecológica.
Y
no dejen de probar los vinos ecológicos de las Bodegas Amaral, que seguro que
les van a encantar y van a apreciar el vino en todo su esplendor.
¡Qué
les aproveche!
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