Uno de los
personajes más admirado de la alta cocina, Juli Soler,
copropietario de El Bulli con Ferran Adrià, ha muerto esta madrugada, debido a la
evolución de la enfermedad neurodegenerativa que lo afectaba desde
hace unos años, a causa de la cual en 2012 tuvo que dejar sus funciones al
frente de elbullifoundation, tras el cierre del restaurante el 30 de julio de 2011.
Soler, que ha fallecido en su casa de Rubí, rodeado de su familia, llegó a la
cala Montjoi en 1981 donde fue director y jefe de sala.
Años más tarde
ficharía a Ferran Adrià, junto a quien lideró la revolución que cambió el rumbo
de la cocina para siempre y que sigue inspirando a cocineros en todo el
planeta. En 1984 Ferran Adrià pasó a formar parte de la plantilla del
restaurante , donde empezó como jefe de partida y poco después, tras la marcha
del coinero Christian Lutaud, se hizo cargo de la cocina, en 1987.
Fue el cocinero y
amigo íntimo de Juli Soler, Fermí Puig, quien tras coincidir durante el
servicio militar con Adrià, lo puso en contacto con Juli Soler, que lo
contrataría en El Bulli. En 1990 los propietarios de El Bulli, e Hans Schilling
y su mujer, Marketta, fundadores del establecimiento en 1961, vendieron el
restaurante a Soler y Adrià.
Juli Soler, queridísimo por
todos los cocineros y personal de sala que ha pasado por El Bulli, además de
los clientes y colegas de todo el mundo, no sólo fue uno de los grandes jefes
de sala y conocedor y amante del universo del vino sino la persona que siempre
estuvo atenta a cualquier problema personal que afectara a cualquier persona
del equipo. Su gran humanidad, su particular sentido del humor y su apuesta por
la creatividad de Adrià, a quien apoyó en todo momento, lo han convertido en
una de las grandes figuras de la gastronomía en todo el planeta.
Ferran Adrià, que
se encuentra en San Sebastián, en un acto del Basque Culinary Center, ha
explicado a La Vanguardia que Juli Soler lo ha supuesto todo en su carrera y a
nivel personal y que todo lo bueno y lo malo que les ha podido ocurrir lo han
compartido. "No ha habido persona más generosa que él. Y todo lo que
comporta El Bulli Foundation de generosidad y de compasrtir es Juli. El hecho
de que su mujer, Marta Sala y sus hijos, Pancho y Rita estén implicados en el
proyecto hace que Juli siga con nosotros. Ver a Rita, que tiene un papel
fundamental en la fundación, y a Pancho, me hace ver a Juli con nosotros. No ha
habido persona más generosa, inteligente y brillante y única como él y la única
pena ha sido la tristeza de estos siete años de enfermedad".
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