Un plato que hecho en su punto, es absolutamente delicioso, uno de mis favoritos.
Ingredientes para 4 personas:
- 1 Conejo como de 1 kg troceado en piezas no muy grandes.
- 1 Cabeza de ajo
- Aceite de Oliva
- Sal
- Pimienta
- Perejil
- 2/3 Limónes
Así se hace
Se lava bien el conejo troceado bajo el chorro de agua fría, se seca con un trapito bien limpio, se salpimenta y se reserva.
A continuación se pone el aceite a calentar y mientras coge temperatura, se pela la cabeza de ajos y se lamina no muy fina.
Se ponen los ajos en el aceite y justo en el momento que se van a empezar a dorar se retiran a un plato pequeño y se reservan, se vuelve a poner el aceite al fuego y cuando esté caliente (sin humear, lo mejor es poner un trocito de pan y cuando se vean las "burbujitas" alrededor del pan, el aceite tendrá la temperatura perfecta), se pone el conejo a freir, a medio fuego para que se haga bien, importante que el conejo este sueltito en la sartén, no poner muchos trozos a la vez, aunque esto depende del tamaño de la sartén.
Es mejor freirlo tapado con una tapa de vidrio para que no salpique. Es importante dejar que se haga bien por cada lado, no estar dándole vueltas constantemente, cuando esté hecho por un lado, se le da la vuelta y se hace por el otro, esto es suficiente para que no se seque por dentro y quede sabroso.
Se retira los trozos a un platito, a mi me gusta el conejo con su aceitito, hay gente que prefiere pasarlo a un plato con papel de cocina para que suelte el exceso de aceite, eso va en gustos.
Se termina de freir todo, se coloca en una bandejita grande, se le pone por arriba perejil picadito y con limones alrededor.
Por último en el aceite que hemos frito el conejo, volvemos a poner los ajitos que usamos antes para darle sabor al aceite, se doran un poquito y se pone el aceite con los ajitos en una salsera para que cada uno se sirva al gusto.
¡Qué aproveche!
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