Adriá, Embajador del Caldero

Hacer un sofrito de caldero y congelarlo, preparar el caldo de pescado y hacer lo mismo. Sacarlos el día en que se va a preparar el plato y tener el arroz listo en menos de cuarenta minutos. Todo por tres o cuatro euros. Éstas son algunas de las estrategias que el cocinero Ferrán Adrià quiere inculcar a los ciudadanos de hoy en día para que las pongan en práctica en todos los hogares de España, según reveló, ayer, en la sede de la Universidad Politécnica de Cartagena. «Hoy comemos mejor que hace cuarenta o cincuenta años, pero mucho peor de lo que podríamos hacerlo», indicó.
Por eso, en la antesala del acto en el que fue investido como académico ilustrado por la Academia de Farmacia Santa María de España en el Paraninfo de la universidad, Adrià puso el arroz caldero como ejemplo de un plato que, si se adelanta parte de su preparación, puede formar parte de la dieta de cualquier hogar. Adrià tiene en el horno un libro de cocina sobre el particular. Pero como no para, está embarcado también en la supervisión de un film que Hollywood ha planteado sobre el restaurante 'El Bulli' y ejerce como embajador de los productos y la coquinaria española por todo el mundo.
Ayer hizo un alto en el camino para acudir a Cartagena a recibir la alta distinción académica y a rememorar los tiempos en los que, haciendo la mili, fue «cocinero del jefe de la Armada de aquí, aspecto que casi nadie sabía y que se ha hecho público recientemente», según recordó. «Eso me ayudó mucho. Sin la organización y disciplina que supuso esa labor, probablemente no hubiera podido hacerme cargo de la cocina de 'El Bulli', con sólo 22 años», aseguró. Desde que se descubrió se siente «cada día más embajador de Cartagena».
No es lo único que recuerda de la Región de Murcia. También determinados productos como el caldero y su sofrito o las verduras. «La parrillada de verduras de temporada», le reveló a los periodistas sin dudarlo, cuando fue preguntado por lo que más aprecia de estas tierras.
Comer mejor
La calidad del producto hortícola murciano sirvió a Adrià para hablar de la necesidad de mejorar la nutrición. «Para comer mejor hay que comer en casa. El reto es convencer a los españoles de que pueden cocinar a diario y hacer platos buenos y baratos. El dinero no es una excusa, porque cualquier mal bocadillo en un restaurante de comida rápida vale ya tres o cuatro euros», matizó. Por eso, en su nueva obra, sugiere 31 menús a tres o cuatro euros por persona y que pueden estar listos en media hora. El camino es preparar anticipadamente determinados condimentos e ingredientes y acudir a los productos de precio económico, de la máxima frescura posible y que estén en temporada. No aspira a hacerle la competencia a Karlos Arguiñano. «Nadie hace mejor que él esa labor de enlace entre la alta cocina y la de casa, a través de la televisión», subrayó.
«Además, es uno de los grandes desde hace mucho tiempo, junto a Arzak y Subijana y también es un buen amigo», remató. Pero Adrià sí quiere aportar su granito de arena a una cultura gastronómica más sana. «Es cuestión de educación. Probablemente no pueda constituir una asignatura individual en la escuela, pero debe incluirse en la formación transversal de los niños», sugirió. Luego sentenció que «todo debe empezar por los padres que tienen la primera responsabilidad de enseñar a sus hijos a comer y también a cocinar». Ahora bien, legislar sobre ello «requiere un estudio más profundo».
Para Adrià, la cocina apareció con la humanidad. «Desde que el mono se convirtió en hombre, mezcló cosas o las preparó para comérselas», según el chef. Luego la cosa ha ido evolucionando. «Es cierto que también ha habido mucha hambre y eso ha matizado la importancia de la cocina, hecho que aún ocurre en algunos países. Pero ahora ha adquirido la dimensión social que le corresponde», indicó.
'El Bulli' es otra cosa. No se puede relacionar con la cocina al uso. «Es fruto de un momento y unas circunstancias. Ahora sería muy difícil, casi imposible, porque cualquiera que empieza quiere triunfar en tres meses», añadió. Por eso, Adrià valora especialmente poder hacer un alto en el camino, tras tantos años de dedicación en los que ha habido muchos momentos en los que no tenía para pagar al equipo y poder recibir premios y honores diversos. «El secreto del reconocimiento público es simplemente que la gente reconozca lo que haces. Quizás se trata de estar en el momento adecuado en el lugar preciso», espetó divertido a los periodistas.
Por eso consideró muy especial poder ser honrado como académico de Farmacia, algo que el presidente de la Academia Santa María de España, Pedro Martínez, calificó como muy pertinente. «La labor de pedagogía que Adrià y el resto de los cocineros de vanguardia hacen en cuanto a nutrición es fundamental y debe ser promovida y premiada», explicó. Por eso, el Paraninfo de la UPCT estuvo abarrotado de personalidades y alumnos, hasta más de 400 personas deseosas de ver en carne y hueso al mejor cocinero del mundo, según el 'New York Times'
Y a Adrià se le vio encantado, como él afirma que pasa esta etapa de su vida. Poder recorrer España y el extranjero, hacer divulgación alimentaria y luchar por aquello en lo que cree, suponen sus nuevos retos durante el paréntesis de 'El Bulli'.
Una de esas luchas es la de promover la cocina española y sus productos. «Hace unos días, sin ir más lejos, estuvimos de promoción en Moscú. Lo primero que dije en la rueda de prensa delante de los medios de comunicación rusos es 'Coman phttp://www.blogger.com/img/blank.gifepinos españoles. Son excelentes'», explicó el chef, que también habló del mismo tema con cocineros de aquél país, para, en su condición de emblema de la gastronomía española, darles garantías de calidad de los productos hortofrutícolas de Almería y la Región de Murcia, por ejemplo. Y precisamente hoy se estrena en los cines del Reino Unido el anuncio de cerveza que protagoniza y que, según recordó, también ayuda a dar buena imagen de España y sus artes culinarias.
En el acto académico, Adrià recibió también un obsequio que le entregó el alcalde de Mazarrón, Ginés Campillo, en recuerdo de los orígenes de uno de sus abuelos, relacionado con la localidad costera.

(Artículo visto en Laverdad.es

Comentarios